Sunday, May 4, 2008

Crecer

Hoy escribo y escribo porque estoy enojada, cabreada, quiero expresar mi descontento y desgraciadamente no puedo gritar.
Sin más hoy me he dado cuenta de que nunca he hecho lo que quiero, siempre he estado ligada a unas pautas marcadas por unas personas que egoistamente me han dirigido por el camino que les ha parecido mejor, y creo que en parte eso ha hecho que haya cometido tantos errores.
Toda mi vida ha sido una falta de libertad y todas las tomas de decisiones han sido "recomendadas" por gente de mi alrededor.
Desde que tengo uso de razón y cuando mis amigas salían hasta tarde yo nunca podía. "No, no tienes edad para salir tan tarde". Si quería hacer un viaje con ellas "No, no tienes edad para hacer un viaje". Si quería irme a Benidorm a pasar el día "No, no tienes edad para irte a Benidorm". Etc, etc. Llegó un punto que con 18 años venían a recogerme a la 1,30 de la mañana, mientras mis amigos no tenían hora fija.
Quise hacerme un tatuaje "Qué dices! Ni pensarlo!". Quise estudiar una carrera, Historia. "Tienes que estudiar Derecho o Económicas" "No me gustan!" " Y qué vas a hacer estudiar una carrera que no te sirva para nada?" Al final les convencí de que Psicología era una buena carrera y con salida aún así los múltiples comentarios eran "En esa carrera sólo hay locos, todos los locos hacen Psicología".
Eso sin mentar mi incursión política a la cual hacian mención en todas las comidas y cenas de la semana. Estaba en un error, puede. Pero seguía teniendo que hacer cien mil batallas para seguir adelante con mis propias decisiones y aún así habían cortapisas.
En esos tiempos me enamoré, sí me enamoré. Mi primer amor. Me lancé a sus brazos como alma que lleva al diablo con tal de salir de esa cárcel que me privaba de toda pequeña libertad que pudiera tener. Pero piii error! Él cuidaba de mí, porque me había mudado a Madrid y mis padres seguían en Alicante...
Más decisiones tomadas por mí (por su parte y la de su madre, que si ya tenía poco parió la burra) y aún así me seguía el vestigio de mandato que tenía en mi casa.
Se rompió la relación y por unos meses me sentí libre, tan libre que me despendolé y me pasé. Pero quería vivir, estaba llena de ilusiones, experimentaba algo nuevo llamado "Hacer lo que a uno le viene en gana". Salía, entraba, llegaba, me iba, conocía, experimentaba, hacía locuras y nadie me controlaba. Libertad! Aquello era el paraíso. Pero como todo en exceso se acaba pagando, y me cargué mi futuro ya que se me olvidó cual era mi objetivo en esa ciudad.
Vuelta a casa, no sé si sabía bien lo que hacia! Reproches, reproches y más reproches.
"Has fracasado", "Pusimos toda nuestra confianza en ti", " Tres años tirados a la basura". A cada intento de hablar la cosa se torcía convirtiéndose en algo mucho peor "Pero el primer año tuve el accidente y en Junio ya sabeis que...", "Sí Ana, sí. Siempre excusas".
Después de tres años me lo seguían recordando. Quizás para ellos era su forma de expresar la rabia, para mí un maldito calvario. Día sí y día también.
Llega el "amor de mi vida" (one sided love, como dicen aquí) y me tiro a sus brazos "Ahora sí que la vida me empieza a sonreir, ahora sí que está todo encauzado!". Alguien debió decirme "Para el carro morena, que la hostia que te vas a pegar va a ser pequeña!"
Pero no, nadie me avisó. Y más decisiones fueron tomadas por mi parte. "Tienes que estudiar una carrera Ana, sin carrera no eres nadie en la vida" Y la tonta de Ana, que tenía su trabajo fijo y su sueldo cojonudo deja todo y se va para tierras gaélicas para encontrarse con el "amor de su vida" y formar juntos lo que tanto ansíaban (y ahora pienso "ansíaban? o ansíaba?).
Y ahora me encuentro aquí y estoy sóla, soy independiente. Ahora tengo que tomar mis propias determinaciones y decisiones porque ahora sí que soy y lo soy realmente independiente. Y es ahora cuando noto que más me equivoco en mis actos y es cuando las consecuencias son más graves. Me siento estúpida e inútil, insegura, nadie me enseñó a errar y a ver la magnitud de las cosas como deben de ser, pero no creo que fuera más un problema de enseñanza, si no que nadie me dejó aprender lo que es errar por mis propias consecuencias. Nadie me dejó que aprendiera que tipos de errores hay, como evaluar y analizar cada uno y cuánto te pueden afectar.
Ahora veo a mi hermano y es todo lo contrario, le dejan hacer lo que quiere, es más él lo hace le dejen o no. Su comportamiento dista mucho del mío, porque aunque me cargué la carrera anteriormente siempre había aprobado todo, él pasa de todo. Y siento envidia, no sólo porque hace lo que quiere, si no porque aprende en la universidad de la vida. Y es que esa es la más importante. Porque puedes tener estudios, no tenerlos, pero lo que te da realmente el éxito es tu forma de ser, de desenvolverte, de solucionar cosas, etc...y eso no se enseña en las universidades!!

Buenas noches.

2 comments:

bitdrain said...

No te arrepientas de tus errores, pues de ellos sacaras las conclusiones que te enseñen a vivir tal y como a ti te gusta.

Nunca es tarde y tu vida te pertenece a ti.

Animo xiquilla!! Nunca es tarde!!

Daniel said...

Buenas Ana:
Llego rebotado del blog del islandes al tuyo y veo que el tuyo tambien engancha.
En esta entrada te quejas amargamente de tus errores, en fin, esta bien verlos, recordarlos pero siempre darse cuenta de que son agua pasada. Aprende de ellos y sigue la vida que las satisfacciones estan ahi delante, en el futuro.
La frase ¿Y si...? se me vuelve tan cinica muchas veces que no creo que tenga sentido alguno.

Cuidate y nos vemos

Daniel