Saturday, June 28, 2008

El Niño



En un barrio cualquiera, de una ciudad cualquiera vivía un niño soñador al que le gustaba imaginar mundos felices en los que la gente no sufría y vivía el tipo de vida que anhelaba, donde el sufrimiento era casi inexistente y los retos alcanzables, fueran del tipo que fuesen.
El niño crecía pero los años no hacían mella en su personalidad y creía firmemente en valores eternos y duraderos como amistad, amor, fidelidad... Repartía entre sus amigos su corazón e inocencia y creía que el mal sólo lo sufrían las personas merecedoras de ello.
Sus padres le veían crecer y se sentían orgullosos de él porque habían educado a una persona honesta y bondadosa, pero a la vez sentían miedo al pensar cuando el niño tuviera que enfrentarse con la cruda realidad allí fuera en la vida real.
Un día el niño se fué a pasear al parque para tumbarse en la hierba, ver pasar las nibes y seguir soñando con aventuras que un día viviría.
De repente avistó una niña que estaba bajo un árbol sentada. Abrazaba sus piernas contra su pecho, tenía la mirada perdida y una lágrima recorría sus mejillas.
Él se acercó y le preguntó inocentemente "Qué te pasa niña, por qué lloras?
La niña le miró con una mirada furtiva, se sentía atacada como si fuera un animal acorralado y le contestó bruscamente "No sé quien eres y tampoco creo que te importen mis problemas!"
Él se acercó más y clavó su mirada en los ojos de la niña; "Claro que me importa"- Contestó- "Nadie merece llorar ni sufrir. Quizás si me cuentas qué te pasa te podré ayudar. Sabes? Yo tengo un caballo mágico"
"Qué caballo mágico ni qué historias! Por qué sufro? Porque la vida es cruel, porque no salgo de un problema cuando tengo otro, porque hay cosas que son inalcanzables a mis manos, porque hay problemas que vienen solos que no se encuentran..."
El niño se quedó desconcertado, agarró la mano de la niña y lloró junto a ella.
Al rato le dijo "Lo que me cuentas no puede ser cierto! Yo no tengo problemas! Soy feliz! La gente que conozco tampoco tienen problemas y es feliz!"
La niña le miró irónicamente y le respondió: "Bueno, quizás la gente que tienes a tu lado te haya ocultado la verdad para no herirte, pero la vida es así. Si quieres podemos dar una vuelta por la ciudad y verás que está plagada de caras tristes"
"Vale, vamos"
En su camino se cruzaron con gente de todo tipo: Ejecutivos discutiendo por teléfono mientras cuestionaban la profesionalidad de sus secretarias, gente discutiendo desde sus coches en un cruce de semáforos, gente anciana exhausta intentando sentarse en un lugar que nadie le cedía para descansar, parejas jóvenes saliendo con los ojos llorosos de una ostentosa oficina bancaria, otras discutiendo sobre la convivencia y fidelidad, una mujer pidiendo dinero en la puerta del supermercado mientras abrazaba a su hambriento bebé que lloraba...
El niño empezó a sentirse muy mal, comenzó poniéndose triste, luego empezó a sentir ira y por último se llenó con una sensación de odio que empezaba a apoderarse de su alma. Se estaba contagiando, pero de qué? Cómo? No encontraba respuestas, no lo sabía.
"Volvamos al parque!" Ordenó a la niña "Esto no me gusta!"
Cuando llegaron al parque el niño vió a una chica leyendo un libro y tenía una expresión de felicidad.
"Ven - dijo a la niña -He encontrado a alguien feliz"
La niña le siguió desconcertada, pero estaba segura de que eso no podía ser verdad.
"Hola! -dijo el niño a la chica- Sabes? Tengo un caballo mágico" La niña no pudo contener el reirse.
Pero contra sus pronósticos la chica miró dulcemente al niño y le respondió "Hola! Qué bien porque yo también tengo uno!"
"En serio? -preguntó el niño - De qué color es el tuyo? El mío es blanco y suave, como una nube"
"Pues el mío es negro azabache y fuerte"
"Sabes? -murmulló el niño- Mi amiga cree que no existe la felicidad constante, cree que el mundo es cruel y doloroso y hoy me ha enseñado un mundo que desconocía y que me ha hecho dudar de mi felicidad"
"Bueno - habló la chica - siento decirte ésto pero, la mayoría del mundo es así. No han sabido o no han tenido la oportunidad de conocer nuestros mundos, o simplemente al madurar se olvidaron de ellos y de que existían.
Algún día, no en mucho tiempo tú también tendrás que madurar y te tendrás que topar con la realidad, tendrás que adaptar tu forma de ser para subirte a la noria del mundo que gira y no quedarte atrás.
El mundo no se parará por ti, ni esperará para que tú subas a él y probablemente si te muestras como eres nadie te acepte porque no te entenderán o sentirán envidia de tu felicidad.
Tienes que actuar como si estuvieras en un baile de máscaras mientras estés ahí fuera, pero cuando vuelvas a casa podrás volver a tu mundo el que podrás enseñar a tus seres queridos y podrás hacer que viajen contigo"
El niño se quedó pensativo y miró a la niña que estaba perpleja y le dijo "Quiero que me enseñes el mundo, quiero estar preparado para lo que me puede venir. Pero a cambio quiero enseñarte mi mundo, quiero que viajes a él y lo conozcas y decidas si quieres volver a él o no, pero allí tus ojos nunca volverán a derramar una lágrima. Podemos ir en mi caballo mágico, qué dices?
La niña le miró sonriente y le tendió la mano.
Agarrados se sintieron fuertes para emprender sendos viajes.

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In one ordinary district of one ordinary city one dreamer boy lived, he liked to imagine happy worlds where the people don’t suffer and where they live the kind of life they wish, where the suffering was inexistent and the challenges reachable, no matter what.

The boy was growing up but the years weren’t making an impression on him and he believe firmly in everlasting values like friendship, love, loyalty...He shared among his friends his heart and innocence and he used to think that the evil was suffered only by people who really deserved it.

His parents were seeing him growing up and they were proud of him because they have educated a person honest and kind, but at the same time they were feeling afraid just thinking about the time the boy should confront the harsh reality outside in the real life.

One day the boy went for a walk to the park for lying down on the grass, while seeing the clouds passing by and continuing dreaming of.

Suddenly he saw a girl who was under a tree seated. She was holding her legs against her chest, her sight was lost and a tear was rolling down her cheeks.

He went beside her and asked her innocently “What happens girl, why are you crying?”

The girl looked at him with a poacher sight, she was feeling attacked as she was a cornered animal and replied him rudely “I don’t know who you are and I don’t think you care about my problems neither”

He moved closer to her and put his eyes on hers “Of course I care about it” He answered “Noone deserves to cry either suffer, perhaps if you tell me what worries you I would be able to help you. Do you know something? I have a magic horse”

“What horse, what kind of stories you are telling me!!! Why am I suffering? Because the life is cruel, because when I haven’t finished to overcome a problem I have another one, because there are things which are unreachable to my hands, because there are problems which come alone and they don’t need to be looked for”

He felt taken back, took the girl’s hand and cried with her.

After a while he said to her “What you are telling me can’t be true! I don’t have problems! I am happy! The people who I know don’t have problems either and are happy!”

The girl looked at him ironically and responded him “Well, may be the people you have in your life have hidden the true to not to hurt you, but the life is like that. If you like we can go for a walk around the city and you will see that is full of sad faces”

“Ok go on”

In their path they crossed with people of every type: Businessman fighting by phone while they questioned the professionalism of their secretaries, people arguing from the cars in the traffic lights crossing, old people exhausted trying to find a place to seat but no one hanged over them any, young couples coming out from ostentatious bank offices with tears on their eyes, others fighting about the life together and the commitment, one woman begged for money at one supermarket’s door while holding her hungry baby who cried...”

The boy started to feel very bad, he started to feel very sad, then he felt rage and finally he filled with a sensation of hate which began to take possession of his soul. He was getting contagious but contagious of what? How? He couldn’t find any answer, he didn’t know.

“Go back to the park” He ordered to the girl “ I don’t like this!”

When they reached the park the boy saw a young lady reading a book, she had an expression of happiness in her face.

“Come with me . He said to the girl- Ive found someone happy”

The girl followed him doubted, she was sure that it couldn’t be true though

“Hi! – greeted the boy to the lady- Do you know something? I have a magic horse!” The girl couldn’t keep the laugh.

But against her predictions the lady looked sweetly to the boy and answered him “Hello! That’s good, actually I have one myself!”
Are you serious?- Asked the boy- What color is yours? Mine is white and soft, like a cloud”.

“Well, mine is jet black and strong”

“Do you know something?- the boy whispered- Mi friend thinks that the constant happiness doesn’t exist, she believes that the world is cruel and painful and today she showed me a world unknown for me and it made me doubt about my happiness”

“I’am sorry to tell you this, but the most of the people are like that, they haven’t known or haven’t had the opportunity to meet our worlds, or simply when they grew up they forgot their existence.

Someday, not so far, you will have to grow up as well and you will have to face the reality, you will have to adapt your way of being to get on to the world’s wheel which spins and in that way don’t lay back.

The world won’t stop for you and it wont wait for you to get on and probably if you show your real way of being no one will accept you because they wont understand you or they will feel envy of your happiness.

You have to act like you were in a mask's ball while you’ll be out there, but when you’ll be back at home you will be able to go back to your world which you could show to your loved ones and you could make that they will travel with you”

The boy remain thoughtful and looked at the girl who was astonished and said to her “I would like that you’ll show me your world, I would like to be ready for what I can find on my way, but in exchange I would like to show you mine, I would like that you will travel there and that you’ll see it to be able to decide if you wanna come back or not, but there your eyes won’t drop a tear anymore. We can go in my magic horse, what do you say?

The girl looked at him smiley and holded out her hand.

Holding each other they felt strong to start their trips.

Tuesday, June 3, 2008

Dublin


El pásado miércoles fuí a Dublin a hacer una entrevista con el Dublin Institute of Technology. Me levanté a las seis de la mañana para prepararme; traje de chaqueta, documentación, etc.

No sé muy bien por qué voy, supongo que para tener una experiencia más, no me apetece mucho moverme a Dublin y la simple idea de pensar que tengo que mudar mis cosas de nuevo 200 km abajo me crea una sensación de agobio.

Me subo al tren y a pesar de que he dormido sólo 3 horas no tengo sueño, me pongo a analizar a la gente. Un hombre y una mujer joven hablan en irlandés entre ellos, una mujer de mediana edad que está sentada en frente de mí me mira fijamente, supongo que estará haciendo lo mismo que yo o quizás le soprenda ver a alguien vestido en traje a esas horas de la mañana. Me llama la atención una chica que a pesar de parecer muy habladora tiene una expresión de tristeza abrumadora. En lo que yo tardo en terminarme mi sandwich y buscar la canción en el ipod que me alegre el día ella se queda dormida y su expresión era terrible, parecía como si estuviera muy triste y sufriendo mucho, me quedo observándola y en ese corto periodo de tiempo siento como si me estuviera transmitiendo su sentimiento, empiezo a sentirme terriblemente triste y acongojada. Se me hace un nudo en la garganta y empiezo a sentirme muy desdichada.

Aparto la mirada, no es lo que quiero sentir hoy, eso ya lo he sentido muchas veces durante el año.

Llego a la estación de tren de Heuston y para sorpresa mía a pesar de ser hora punta está bastante vacía. Empiezo a sentir la despreocupación de los viajeros cuando se chocan contigo, murmullo un débil "sorry", pero la gente ni se inmuta. Me vuelvo extrañada, pero ellos siguen su camino como si con lo que se hubieran chocado fuera una papelera de la estación.

Espero en la entrada de la estación a la persona con la que he quedado, llega tarde, qué remedio me tocará esperar. Por primera vez en mi vida soy yo la que no llega tarde.

Entro a dentro a comprarme un red bull porque no tenía apenas fuerzas, la cajera ni si quiera me mira sigue hablando con la compañera de su pareja y cosas por el estilo, la verdad es que no me importa pero si me enoja el detalle de que ni si quiera intente prestarme atención a lo que le digo, tengo que preguntarle cuánto es para que se digne a mirarme a la cara.

Vuelvo a salir afuera, al menos me fumaré un cigarro y me despejaré más que si estoy dentro.

En la parada del Luas un montón de knackers, cogen el Luas a dirección Connolly, achaco la bandada a la zona de la estación aunque en el pasado no me había parecido lo mismo.

Llega mi amigo, por fin! Cogemos el Luas, no podemos ir más apretados! Vamos a estallar, le veo agobiado y me comenta que echa de menos su coche y yo también el mío! Pero aparcar en Dublin es invertir tu sueldo semanal en el parking.

Llego a la entrevista y me hacen esperar fuera, conozco a un chico italiano, es joven muy majo. Va para la entrevista y ha enviado la solicitud para tres carreras. Si no consigue entrar en ninguna se volverá a Italia. Está nervioso y se aferra a la posibilidad de entrar en la carrera para no abandonar su "sueño irlandés". "Si no consigo la plaza me vuelvo a Italia a estudiar", " No te desanimes"-le digo yo- "Ya verás como todo sale genial, sólo puntualizales las ganas que tienes de estudiar el curso". Vive en Finglas y se siente aliviado, ha conseguido un trabajo para el verano en la academia donde ha estado estudiando así que se moverá al centro.

Termino mi entrevista y voy donde se encuentra mi amigo, nos vamos andando al centro en busca de un centro comercial donde cambiarme la ropa.

En nuestro camino nos encontramos todo tipo de gente de la cual, abunda la menos deseable, knackers, drogadictos, mendigos... y la menos educada; empujones, codazos, nadie sujeta la puerta y ni miran por donde andan. Miro a mi alrededor todo es gris, sucio, triste, inhumano...¿Dónde está el Dublin donde viví?.

Agacho la mirada y le preguntó "¿Qué está pasando con esta ciudad?". "No lo sé, que le ves? Dublin siempre ha sido así". "No no lo es, mira la gente no tiene maneras, mira las personas de nuestro alrededor, ¿dónde me llevas? Llévame a una zona decente!". "Ana" me contesta "esta es la mejor zona del centro".

Mientras camino miro a todos los lados, la verdad es que Dublin me llena de recuerdos, de recuerdos con Adam. Me agobio, no quiero pensar en él, pero la verdad es que inconscientemente le llevo buscando desde que he llegado con el tren. Quiero verle, quiero encontrarmelo, no sé muy bien para qué quizás para ver como reacciono o para pedirle las explicaciones que ni si quiera me dió.

Llegamos a los baños del centro comercial y por fin me cambio, qué agusto! Al final me he desprendido de los malditos tacones.

"Qué te apetece hacer ahora?" me pregunta Keith. "Mmmh no sé, demos una vuelta" Andamos y andamos, mientras manteniamos una agradable charla. Keith me hablaba de su hermano, al que admira más que a nadie. Después de muchas vueltas llegamos a Temple Bar y como toda la ciudad está horrible "Tienes hambre, qué quieres hacer?" " La verdad es que sí tengo hambre", respondo. "Busquemos un sitio para comer" . Pero la verdad es que ningún sitio me parece apetecible. La comida parece en todos los lados una basura y los sitios están a estallar.

"Prefiero comer más tarde si no te importa, odio los sitios llenos, no sé es como si me faltara el aire, no me siento cómoda. Yo necesito de mi espacio vital" Keith se rie y me comenta que él siente lo mismo. Bueno, pienso, al menos estoy con alguien tan raro como yo.

Nos sentamos en la plaza que hay a la entrada del Temple Bar y vemos a la gente que anda alrededor. Le vuelvo a preguntar y a insistir con el tema de qué pasa en Dublin. Me cuenta que para ellos los irlandeses hay dos tipos de irlandés, el dublinés y el que vive fuera de Dublin. Me cuenta que hay dos realidades, dos mundos distintos...

Al cabo de un rato y tras haber intentado luchar contra mi sueño, decidimos ir a comer algo. Nos dirigimos al Potter House. Nos sentamos y nos atiende una camarera que a penas habla inglés.

Pasa alguien por la calle, no le veo la cara, pero por la espalda parece mi ex. Me quedo blanca y me da un vuelco el corazón. Keith me mira preocupado e incluso parece que lo intuye, intenta hacer como si nada y empieza un tema. Pienso en salir corriendo detrás de él, gritar su nombre y no sé que más...Y cuando estoy a punto de hacerlo, decido que no. Sé que pierdo la oportunidad de mi vida, que probablemente sea él, pero me da igual. Elijo la opción de hacer como si no le hubiera visto. Mi oportunidad se desvanece pero a mi corazón no le importa o quizás sí, quizás un poco pero decido cerrar esa puerta, dejo todo atrás esta vez estoy decidida.

Tras la comida viene y nos pregunta, le digo que me de unos minutos que creo que me voy a pedir un postre pero que no quería seguro café. Me trae la cuenta a la mesa. En ese momento quiero achacarlo a que no me entiende pero inevitablemente me siento furiosa. Qué clase de servicio es éste? Keith me dice que no merece la pena, pero a mí me da igual. "Coge esas propinas que has dejado ahí!" Le digo en un tono ofendido "No se las merece!".

Decidimos ir andando de vuelta a Heuston y en el camino Keith me cuenta historias de sus amigos, de gente que conoce. La mayoría son historias tristes y desoladoras. Suicidios, bandas, drogas,... Me siento que estoy en una especie de mundo paralelo. Pero qué es ésto? me pregunto, éste no es el Dublin que yo conocía, no, no puede ser!.

Tras una larga caminata llegamos a la estación y Keith me comenta que siente la mala experiencia de hoy, ya que hoy hemos visto más junkies que los que él ha visto en su vida.

No pasa nada, quizás sea yo, quizás ese es el problema. Que he conocido Dublin estando enamorada. No me he fijado en nada más que en Adam, mis ojos se centraban sólo en él y mi alma en sólo disfrutar con él. Las cosas a su lado parecían mejores, más bonitas, más perfectas.

A su lado descubrí el glamour de la ciudad, su lado romántico y su lado más perfecto. Cuando iba montada en su coche observaba la ciudad y la magnificiencia de sus edificios, por la noche sus luces me rodeaban, no veía defectos a la capital irlandesa, todo lo contrario la consideraba mi rincón, mi jardin secreto y mi futuro hogar.

Ahora todo es distinto y ahora tengo abiertos los ojos, no me gusta Dublin, es más, lo detesto. Y veo difícil que me moviera allí, sólo lo haría si fuera forzada. Tampoco creo que pudiera vivir agusto preguntándome continuamente si ese día veré a Adam.

Cogí el tren de vuelta y apoyé mi cabeza contra la ventana. Me sentía feliz, volvía a Galway. Sé que aún no he tenido tiempo de experimentar la ciudad, pero cada día me da mejores vibraciones y sobre todo sé que aquí las oportunidades de encontrarme con mi pasado son nulas. Estoy feliz con mi nueva vida, porque por un lado es como si me hubiera quitado un peso de encima.

Quien sabe, quizás mi destino sea ser la nueva Galway Girl.


Buenas noches.